Cada negocio es diferente en forma, en cantidad pero tendrás que tener claro una máxima:
El CRM tiene una lógica interna que no podrás ni deberás cambiar!
Saber captar a tus posibles clientes, identificar la línea roja para convertirlos en cuenta-contacto, asignar oportunidades, entender el ciclo comercial y su flujo de trabajo aplicado a tus procedimientos de negocio… este protocolo es la columna vertebral del CRM y hagas lo que hagas no podrás cambiarlo porque estas son las mejores prácticas desarrolladas y evolucionadas a lo largo del tiempo.
Recuerda que el CRM no solo es una base de datos, sino una parte de tu estrategia y adaptación de tu negocio hacia las buenas prácticas del ciclo comercial.
Cambia el chip!